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Siempre fuimos trabajadoras

Me gustaría plantear algunas ideas respecto del 8M y su consigna principal de "Día internacional de la Mujer trabajadora". Más que ir por los sucesos que dan lugar a la fecha, plantear algunas ideas en torno a la condición de trabajadoras, qué nos hace trabajadoras, qué actividades se han considerado nuestro trabajo, entre otras.


¿Criar es un trabajo?

¿Cuándo podemos pensarlo de esta manera?

Sabemos inicialmente que:

  • La cría ha sido clave en la supervivencia de nuestra especie, y que además fue estructural para la formación de organización social;

  • En los grupos paleolíticos la crianza (con el embarazo, parto, lactancia) incluso era colectiva;

  • Las hembras construyeron su subjetividad en torno a estas tareas de cuidado centrales.

Sin embargo...

Que se hayan necesitado cubrir tales necesidades, no implica en sí mismo que las mujeres del grupo no desarrollaran tareas como la caza. Podríamos pensar en recientes descubrimientos tales como el que revela que en la región andina se han encontrado enterramiento de mujeres con armas de caza.


Ahora bien, Almudena Hernando en La fantasía de la individualidad, plantea que en general la división de tareas guardaba el criterio de actividades de riesgo y movilidad frente a actividades sin riesgos. Dónde quienes tomaban las actividades que sostenían el grupo sin ponerlo en peligro fueron en general las mujeres que criaban. Mientras que los hombres solían tomar aquellas actividades que implicaran riesgo por ser los miembros del grupo que menos resguardo necesitaban.


Si nos corremos de estos momentos prehistóricos, estas dinámicas se siguen replicando en grupos cazadores-recolectores. Pero en sociedades con organizaciones más complejas comenzamos a ver otras tendencias.


Quisiera citar solo dos ejemplos de dos momentos muy distantes entre sí pero que dan cuenta de que la crianza se ha pensado como trabajo remunerado:

  • En sociedades paleobabilónicas en ocasiones se entregaban a bebés al cuidado de nodrizas a cambio de una paga. Esto lo podríamos ver en diferentes documentos tales como las leyes de Esnunna dónde, incluso, parece disponerse que ante la falta de pago no podría reclamarse luego a ese hijo;

  • En el contexto europeo entrados el S.XVIII, podemos observar la fuerte tendencia que se impone de que la crianza debía estar a cargo de las madres que, fuesen de familias acomodadas o trabajadoras de la ciudad, tenían la costumbre de entregar sus bebes para que otras los criasen. En este contexto, la crianza no era un destino natural tras el parto, por lo cual eran muchísimas las mujeres que se desligaban de esta tarea para continuar con sus actividades.

A partir de allí se convierte la maternidad en el instinto y amor materno. Cuestión que está estrechamente vinculada con la construcción de la domesticidad de las mujeres.


"Es que ahora las mujeres pueden trabajar"

¿Escucharon esa frase?


Bueno, si solo miramos a un grupo de mujeres en una cantidad específica de tiempo, esa frase puede que sea cierta. Pero, más allá de esos momentos -insisto- siempre fuimos trabajadoras, solo que, por ej. en el S.XIX pasamos de un tipo trabajo a otros (Scott). Y promediando el S.XX, nos fuimos especializando en el sector de servicios.


Podríamos revisar en qué sectores laborales las mujeres hemos participado con mayor frecuencia o en mayores porcentajes. Aquí, por ej., la idea de Trabajo Afectivo o emocional, que aborda Silvia Federici, como todo el conjunto de responsabilidades que siempre han estado generizadas es central. Retomando los aportes de Hochschild, plantea que las mujeres siempre han transformado sus emociones en valores como contraprestación a los hombres. Lo cual se vincula con el "entrenamiento" instrumental de las emociones desde la infancia.

Ahora bien, este trabajo afectivo, muy vinculado a la construcción intersubjetiva de identidad relacional (Hernando) más típica de las mujeres, no implicó lo mismo que en períodos previos que con el modo capitalista de producción. De aquí las brechas salariales, los pisos pegajosos, los techos de cristal, el acoso sexual y las demandas diferenciales de las mujeres en derechos laborales.



Conciencia para sí.


En paralelo a la construcción de la domesticidad las mujeres que sentían el peso de las jornadas laborales se organizaron. Esto transformó la comprensión de sí mismas como sujetos.

Michelle Perrot plantea que la organización no fue simpática a los obreros -mucho menos a los dueños de las fábricas agrego. Estas mujeres no solo debieron enfrentarse sindicalmente, sino también a la modalidad viril de la identidad obrera.

En este sentido, la declaración del Día Internacional de la mujer como parte del reconocimiento y apoyo de mujeres socialistas y el sufragismo a las fuertes movilizaciones y huelgas de mujeres que se venían dando desde el último tramo del S.XIX, nos puede invitar a trabajar, por ej., sobre las condiciones que dan lugar a la protesta y organización.

Pero, además, los conflictos al interior del mundo obrero. Ya que las huelgas eran pensadas como acciones públicas, viriles y racionales. Frente a la simbolización de las acciones llevadas adelante por las mujeres como violentas, desorganizadas, llenas de indecencia y escandalosas.

Binarismo modo on.

El binarismo, que no es la simple idea de nombrar hombre/mujer, sino dar cuenta de la ideología que jerarquiza y sustenta el poder sexuado, ha estado presente haciendo posible las especializaciones estructurales del trabajo. Y tal como plantea Joan Scott, se postula al sexo como la diferencia en el mercado laboral.

Aunque es necesario diferenciar esto de la complementariedad no jerárquica. Las que nombrábamos antes, por ej., en periodos prehistóricos.


Más allá de esto, ponerle el hombro a las tareas laborales, es algo que hemos garantizado siempre. Con binarismo, con complementariedad, con salario o sin reconocimiento.




Referencias:

  • 🖼️ Ilustración científica de Mujer paleolítica, Eduardo Saiz Alonso.

  • 🖼️ Trabajadoras de un viñedo, Mendoza, aprox. 1890, AGN.

  • 🖼️ Mujer en trabajo agrícola en los Andes, Guamán Poma de Ayala, S. XVII.


  • Almudena Hernando (2012). La fantasía de la individualidad, Katz.

  • Elizabeth Badinter (1980). Existe el amor maternal? Paidós-Pomaire.

  • Joan Scott (2018 [1993]). La mujer trabajadora en el siglo XIX. En DUBY, Georges; PERROT, Michelle (dirs.) ​Historia de las Mujeres, El Siglo XIX​. Taurus. Vol. 4.

  • Jaoquín Sanmartin (1999). Códigos legales de tradición babilónica. Trotta.

  • Mª Amor Barros del Río, José Mª Bermúdez de Castro Risueño, Chitina Moreno-Torres Rodríguez-Contreras, Joseba Rios Garaizar (2015) Evolución en clave de género. Unidad de Cultura Científica (UCC+i) Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)

  • Michelle Perrot (2018 [1993]). Salir. En DUBY, Georges; PERROT, Michelle (dirs.) ​Historia de las Mujeres, El Siglo XIX​. Taurus. Vol. 4.

  • Silvia Federici (2018). Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas. Tinta Limón.

  • Busting the myth of the male provider: ancient women also hunted big game, study shows (zmescience.com)


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